jueves, 18 de mayo de 2023

En mi memoria.


en mi memoria no era la ciudad,

era el ángelus de alguna iglesia

que respondió invadiendo la 

soledad nocturna, con una 

compasión silenciosa.

si estuvieras a mi alcance

tomaría tus manos. como

un loco abandonado en las

auroras que atraviesan el cielo.

o haría mía tu premura.

para soñar quedaba un jardín. 

el parque de zayas, era 

ideal para pedir un deseo.

para escribir un verso sáfico 

que diga, remanso de quietud 

yo te bendigo, o que me abriguen 

tus abrazos llenos de antojos, 

de crisálidas asustadas bajo 

las lámparas. y tenía los ojos 

cerrados porque hay veces que 

es demasiado tarde, y la brisa 

corta los sueños esas señales 

ambiguas del amor que

algún día me desnudaran sus

aguas, los olores a madera,

la fuente de los ocasos.

y bastarán los rayos de luces

y la soledad que hiela en diciembre.

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